Marta Rimblas

En el viaje de la vida, a menudo nos encontramos situaciones que nos sobrepasan y que no sabemos cómo solucionar. 

Ya sea porque tenemos un problema técnico o porque estamos perdidos, llega un momento en el que necesitamos ayuda.

Si nuestro entorno no sabe o no puede ayudarnos debidamente, es momento de contactar con un profesional. Igual como haríamos con el mecánico si se nos estropea el coche, es legítimo pedir ayuda a los profesionales de la salud mental.

El cerebro humano y las relaciones entre personas son mucho más complejas que el motor de un coche. Y, además, ¡llegamos al mundo sin manual de instrucciones! No se aceptan más excusas. 

Si no estás bien, hay que buscar soluciones.